Causas, síntomas y tratamientos para la hiperhidrosis


La hiperhidrosis es la situación en la que el cuerpo humano suda de forma anormal. Es la sudoración excesiva que no está provocada por una causa que la provoque. Es natural esperar un aumento de la sudoración en días de mucho calor o al realizar alguna actividad física. La hiperhidrosis, la sudoración excesiva, sin embargo, no se desencadena por estas situaciones, ya que es constante.

El sudor es básicamente agua. Sólo el 1% de sus componentes de ventas hijo. El cuerpo lo produce en las glándulas sudoríparas para regular la temperatura corporal. Es el sistema nervioso el que ordena, en situaciones normales, sudar más o menos. Aunque toda la piel esté sudada, el trastorno se hace más evidente en manos, pies y axilas.

En áreas regionales, si la humedad se almacena por mucho tiempo, puede infectarse, generando olor debido a la descomposición del sudor a través de bacterias. Esta situación se llama bromhidrosis. Se estima que el 2% de la población mundial puede ser diagnosticada con los criterios de hiperhidrosis. Es común que el trastorno sea familiar, encontrándose sacerdotes e hijos, o hermanos, con el mismo sufrimiento.

Causas de la hiperhidrosis

La hiperhidrosis se puede atribuir a dos causas generales: primaria o idiopática y secundaria. La forma de presentación más común responde a la hiperhidrosis primaria, es decir, la que se genera por sí misma.

El tipo primario se llama hiperhidrosis focal esencial. El problema está en los nervios que inervan las glándulas sudoríparas. En estas personas, estos nervios se vuelven hiperactivos, estimulando la producción de sudor en todo momento. La sudoración no está asociada con el calor o el ejercicio, pero puede aumentar con el estrés.

Por otro lado, las causas secundarias de la hiperhidrosis son variadas. Se trata de enfermedades que tienen entre sus síntomas un aumento de la sudoración. Entre ellos están:

Hipertiroidismo e hipotiroidismo: las hormonas tiroideas, como reguladores del metabolismo, pueden afectar la producción de sudor.

Diabetes: en algunas personas es la sudoración excesiva del tronco, lo que hace sospechar de la posibilidad de padecer diabetes.

Enfermedad isquémica coronaria: en episodios cardíacos agudos. La sudoración abundante puede ser provocada por el estímulo que genera el dolor sobre el sistema nervioso simpático.

Cuadros infecciosos sistémicos: fiebre y aceleración del metabolismo durante una infección. El momento agudo se acompaña de hiperhidrosis.

Neuropatías: en concreto, las enfermedades de los nervios periféricos y del sistema nervioso simpático son capaces de alterar la inervación de las glándulas sudoríparas.

Criterios y síntomas

Cualquier sudoración que se perciba como excesiva no puede diagnosticarse como hiperhidrosis. La comunidad médica ha establecido unos criterios que permiten diagnosticar la patología. La primera condición es que sufran más de seis meses de sudoración profusa sin explicación directa.

Es decir, genera sudor sin sufrir episodios de calor tras la realización de ejercicios intensos. A esta característica se le debe sumar, al menos, las siguientes circunstancias:

  • Asignación de actividades diarias.
  • Aparición de sudoración excesiva al menos una vez por semana.
  • Haberlo padecía desde antes de los veinticinco años de edad.
  • Tener un familiar con hiperhidrosis diagnosticada.
  • Sudar simétricamente: en ambas axilas, por ejemplo, al mismo tiempo.
  • Sudoración durante las horas de sudoración en las noches que no son calurosas.

Tratamientos para la hiperhidrosis

antitranspirantes

Es la primera medida que se toma entre quienes padecen hiperhidrosis. Por lo general, es un tratamiento iniciado por el paciente antes de consultar al médico. El componente de los antitranspirantes que mejor funciona es el cloruro de aluminio. Los efectos adversos son irritación dérmica, especialmente en personas con piel sensible.

drogas

Si existen fármacos para reducir la sudoración, no siempre están indicados debido a sus efectos adversos.

iontoforesis

La base de esta técnica es la electricidad. A través de la corriente eléctrica, es posible cancelar la función de las glándulas sudoríparas. El tratamiento requiere de una serie de sesiones para ser efectivo y no presentar mayores efectos adversos. El paso de corriente está controlado y nadie puede llegar a niveles peligrosos para el organismo.

toxina botulínica

La sustancia se inyecta directamente en la zona más afectada por la hiperhidrosis para bloquear los nervios que estimulan la sudoración. Puedes inyectarte en las axilas, en las manos y en los pies.

cirugía

El procedimiento quirúrgico por excelencia para quienes requieren simpatectomía torácica endoscópica. Se reserva para casos de máxima gravedad donde la calidad de vida se ve muy afectada o las infecciones dérmicas son muy frecuentes debido a la humedad general. El procedimiento consiste en cortar un nervio del sistema nervioso simpático para detener la estimulación de las glándulas sudoríparas.